jueves, 17 de febrero de 2011

Primeras impresiones de centros educativos cuando inician proyectos de excelencia o EFQM


Tras unos años de experiencia de colaboración con centros educativos para implantar modelos de gestión tomando como referencia el modelo EFQM de excelencia; he observado con satisfacción las impresiones que se producen tanto en centros públicos como privados concertados.
Al inicio la impresión previa que tienen los equipos directivos (lideres) de los centros educativos es la acumulación de papeles que hay que rellenar, han oído hablar de “calidad”, “Normas ISO”, “auditorías”, todo un mundo relacionado con el “control” que este se verifica con cumplimentar registros o formularios.
A medida que van avanzando en el desarrollo del sistema de gestión, con itinerarios que comienzan por identificar los resultados, establecer indicadores tanto los de percepción proveniente de encuestas; como otros indicadores provenientes de mediciones internas. Con esta información cuando es analiza por los equipos responsables, equipos directivos de calidad, etc., la impresión es que vienen a confirmar “con datos” lo que de alguna manera ya percibían o conocían. En el análisis de los indicadores aparece la sorpresa cuando aspectos que son valorados por familias, alumnos y profesores de distinta manera a la percepción previa que tenían. Ahí en esa sorpresa y contradicción surge la “oportunidad de mejora” y la necesidad de realizar acciones para su mejora.
Otro factor importante de motivación de las personas y de los Equipos Directivos son las “comparaciones” con otros centros educativos; esta tarea no es fácil cuando no se disponen de datos. Los centros privados concertados tienen alguna facilidad mayor que los públicos, pueden comparar con otros centros pertenecientes a la misma entidad titular. Para suplir estas carencias en algunas Comunidades Autónomas como Euskadi y La Rioja se ha creado Baterías de indicadores comunes donde los centros educativos aportan su datos sobre una serie de indicadores de resultados estándar tales como de encuestas de satisfacción de familias, alumnos, resultados académicos y no académicos, etc.; con esta información se obtiene la media de cada uno de ellos y el mejor en cada rango. Estos datos permiten identificar como se gestiona y que resultados tiene nuestro centro comparado con los demás centros de la región.
Además del análisis comparativo de estas batería de indicadores, existen unas pruebas generales que realizan las Comunidades Autónomas sobre evaluación de competencias a los alumnos de 4 de Primaria y el Diagnostico a los alumnos de 2º de la ESO, así como los datos de la PAU (Prueba de acceso a la Universidad) que aportan también datos sobre el centro educativo y la media de la región.
Toda esta información sobre “resultados” permite a los centros analizar datos y hechos e identificar las acciones de mejora que puedan realizarse.
En definitiva el “encanto” que produce la Mejora Continua, analizar y mejorar, es un argumento motivador de los responsables de los centros educativos en continuar desarrollando su modelo de gestión, aprender a evaluarlo, a conocer, definir y mejorar sus procesos y servicios y a continuar por el camino de la excelencia.
Jose Medrano Martin
Evaluador Modelo EFQM
MB45 Consultores

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